A diario somos expuestos a múltiples pensamientos.
Nuestra mente es un campo de batalla con el que debemos lidiar continuamente, para no ser saturados por malas ideas.
Alguien dijo: “eres lo que piensas”. No necesariamente estoy de acuerdo con esta frase en todo, pero sí sé que nuestros pensamientos determinan la forma en que nos conducimos y vivimos. Mi amiga Patty Abreu me sugirió que escribiera algo acerca de esto, es más me dio la primera oración para comenzar el siguiente escrito que va de la siguiente manera:
Hoy dejaré de pensar en aquello que afecta mi estado de ánimo.
No me concentraré en las enfermedades que pueda sentir mi cuerpo, porque eso solo logrará desestabilizarme y hacerme sentir peor, y yo pienso que soy más fuerte que ellas porque Dios está conmigo.
Si existe algo de lo que no tengo control, ¿por qué agitarme y confundirme, rompiéndome la cabeza por esas cosas? Entonces debo serenarme y presentar a Dios todas mis quejas y cargas para que él me haga descansar y obre en las cosas que yo no puedo intervenir.
Si a mi mente llegan ideas alocadas de hacerme dudar de quién soy o mí de mi valor como persona, las rechazaré. Porque Dios quiere que yo siempre tenga presente que a sus ojos soy de gran estima, única y especial. Si das vueltas en el mismo lugar, nada lograrás, por ende, piensa en lo que si puedes controlar y hacer y trabaja en ello calmadamente pero con entusiasmo.
¿Hay personas que vienen a dañar tu día? Aléjalas cortésmente y no recibas lo que ellas decreten para tu vida si es negativo.
Hoy puedes pensar en todo lo bello, puro, verdadero, de buen nombre, lo que te hace sonreír. Vive un día a la vez y no afanes desmedidamente por el futuro.
Porque el futuro solo lo conoce Dios y si tu vida está en sus manos, todo estará bien.
(mensajes de ánimo)
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