martes, 19 de julio de 2011

Más fuerte que nunca

Siempre existen razones para estar agradecido(a). Si hoy has recibido una mala noticia que de pronto a alterado tu diario vivir, por favor tranquilo(a). No hay de que preocuparse, ya que si lo haces estarás cumpliendo con el propósito del enemigo y no con el de Dios. Dios sólo tiene propósitos buenos para ti, nunca para mal, porque nuestro fin será bueno si permanecemos en la cobertura de nuestro señor.
Es probable que muchos te digan, ¿Cómo puedes seguir creyendo en Dios, si las cosas no te han salido como esperabas? O quizás sientas que Dios te abandonó porque dejaste de orar unas cuantas semanas. La verdad es que Dios ni por lo primero ni por lo segundo te dejaría, si algo he aprendido en estos años es que Dios es perseverante con su creación y con sus hijos lo es aún más. Él no nos quiere perder, al contrario su hazaña más grande es conquistar nuestro corazón porque de él mana la vida.
Las circunstancias de la vida son sólo eso circunstancias que no son duraderas, pasan pero antes de que se vayan de tu vida, buscan que aprendas algo de ellas. Recuerda todo tiene un propósito, hasta los pecados que tú y yo cometimos cuando no teníamos una relación con Dios, en las manos de nuestro Padre se transforman en algo maravilloso.
Si te sientes abrumado(a) por las deudas, universidad, pagos del colegio de tus niños, servicios que aún debes, por favor no te desesperes. Recuerda Dios está en el control. Démosle el control a Dios de esa situación que te está empezando a torturar. Todo depende de ti.
¿Por qué todo depende de mí? Porque Dios como te lo dije anteriormente tiene un propósito para nuestras vidas, entonces esa situación que estás atravesando también tiene un propósito, objetivo.
¿Qué necesito hacer? Descubrir el propósito. Si tienes, por ejemplo, que trabajar y eres aún estudiante, entonces hazlo. Acaso no recuerdas que si Dios está de nuestro lado, todo saldrá bien. Fiémonos de Dios, por favor.
Hace unos minutos acabo de recibir una noticia que ya venía venir y que no me favorece en lo absoluto ni a mí ni a mi familia, sin embargo a medida que me hacían saber aquella noticia, dentro de mí sentía paz. Una paz indescriptible, una paz que sólo puede provenir de Dios.
No te negaré que al principio me sentí como impactada pero a medida que pasaba los segundos dentro de mí, el espíritu santo me decía tranquila, tranquila, estoy contigo, nada te pasará porque eres la princesita de Dios. Al salir de la oficina administrativa donde recibí esa noticia, sentí un resguardo que nunca antes había sentido. Mi fe no había sido destruida, al contrario, ésta fue reconfortada.
Dentro de una media hora, tendré uno de mis exámenes finales por el término del ciclo. ¿Crees que al recibir la mala noticia, me deprimí y desistí de seguir estudiando? No, esta vez no lo hice, al contrario me puse a estudiar con más fuerzas, porque sé en quien he confiado y sé que sea lo que tenga que hacer para ayudar a mi familia a superar la crisis económica que estamos atravesando, no me rendiré en cumplir mis metas que al fin y al cabo fueron puestos por Dios en mi corazón.
Generalmente, yo soy una chica que tiende a sentirse triste y bajar los ánimos cuando una mala noticia recibe; sin embargo ahora siento que esa chica a quedado sepultada porque ahora más que nunca me siento fuerte para enfrentar lo que tenga que enfrentar. Dentro de mí existe el inmenso deseo de descubrir el propósito que tiene Dios para mí en esta nueva hazaña que he de vivir.

No veas tus problemas de cualquier índole que estos sean como castigos divinos, porque Dios mediante ellos te quiere hacer más fuerte y necesita cumplir su propósito en su hijo(a) amado(a). Eres un guerrero o guerrera de Dios, a donde quiera que vayas serás la luz que alumbrará el camino de muchas personas. No tengas miedo a las medidas que tendrás que tomar a partir de hoy para ayudar a que esa situación mejore, porque estás con el GRANDE que el día de hoy quiere decirte: ¡ESTÁS CONMIGO!

Autora: Estephany Cordova



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